Las granjas acuícolas marinas y continentales: retos y condiciones de un desarrollo sostenible exitoso

 

La acuicultura consiste en criar peces y crustáceos, así como cultivar algas, en el agua dulce o de mar. Anclada en los territorios litorales y rurales, contribuye a su atractivo y ofrece productos alimenticios cada vez más demandados por los consumidores. En interacción con otros usuarios del agua (agrícolas, industriales, domésticos, turísticos, etc.), exige una excelente calidad de los medios que ella misma no debe degradar.

 

Actualmente, el estancamiento de los volúmenes de la pesca ha conducido a muchos países a desarrollar su acuicultura que ahora produce al nivel mundial tanto como la pesca.

 

En nuestro país que, sin embargo dispone, tanto en la Francia continental como en Ultramar, de ventajas indiscutibles para desarrollar un sector acuícola competitivo, la situación es desdichadamente muy diferente. En efecto, hace 20 años que no se crea ninguna empresa de piscicultura marina. La conchilicultura también experimenta graves problemas sanitarios y grandes caídas de producción. Lo mismo ocurre con la piscicultura de agua dulce, excepto, sin embargo, del sector de la trucha ahumada.