Los territorios frente a las catástrofes naturales: qué herramientas para prevenir los riesgos

Los retos actuales y futuros relacionados con la prevención de los riesgos naturales son considerables. En efecto, la reciente actualidad confirma que las catástrofes naturales afectan regularmente nuestro país y generan consecuencias que pueden revelarse dramáticas a nivel humano, como lo ilustran tristemente las inundaciones que han sufrido en octubre de 2015 varios municipios situados en la Costa Azul. La intensificación de estas inundaciones se explica en parte por las modificaciones de origen antrópico, aportadas al medio ambiente (impermeabilización de los suelos relacionada con la urbanización, artificialización de los ríos, etc.). En cuanto al cambio climático, su impacto a medio plazo será esencial en algunos fenómenos meteorológicos acentuando los periodos de sequía, de olas de calor, de precipitaciones intensas, etc. 

Además, respecto a las problemáticas recurrentes relacionadas con el desarrollo de los territorios, el crecimiento demográfico, la presión urbanística en las zonas más atractivas de nuestro país, etc., el CESE privilegia tres enfoques: 

 

Este estudio también tiene por objetivo presentar los diferentes riesgos naturales existentes en nuestro territorio, insistiendo en particular en las inundaciones, y las contracciones y expansiones de arcillas (RGA, retraits et gonflements des argiles), que constituyen los principales costes económicos de las catástrofes naturales. Los dispositivos públicos desplegados en materia de prevención se abordan luego, para demostrar que las herramientas existentes son numerosas, pero relativamente complejas, en cuanto a su implementación. También se describe la dualidad del régimen de seguros (= contrato de seguro terrestre y régimen Cat-Nat-catástrofes naturales) y se confirma que la indemnización de los daños es de un buen nivel, aunque este aspecto positivo pueda ser contrarrestado por el hecho que se constata una cierta forma de desresponsabilización por parte de los asegurados. 

Tres series de pistas se han puesto luego de relieve, para mejorar la prevención de los riesgos y proyectarse hacia los numerosos desafíos que siguen por superar, en el futuro, para mejorar las estrategias de resiliencia de los territorios y el desarrollo de medidas de mitigación. Esta dimensión prospectiva no excluye sin embargo que se tenga en consideración los eventos pasados, para mantener en la memoria la existencia del riesgo y sacar las enseñanzas útiles, para anticipar mejor las futuras catástrofes. Se plantea un enfoque particular respecto a la gestión prospectiva del riesgo de crecida del Sena cuyo carácter centenario recuerda la alta probabilidad que una catástrofe de una amplitud comparable a la de 1910 pueda reproducirse, a mayor o menor plazo. Si se llegara a reproducir esta crecida en la actualidad, los daños tendrían consecuencias nacionales.