La transición agroecológica: desafíos y retos

Disciplina científica que asocia la agronomía y la ecología, la agroecología pretende transformar la agricultura, pero también revisar todos los sistemas alimentarios para hacerlos más sostenibles. Combina producción agrícola y reproducción de los recursos

naturales y encarna una dimensión territorial y global a la vez. Se puede presentar como un sistema de interacciones entre los/las interlocutores/-as implicados/-as en la gestión de las explotaciones agrícolas, los sectores de actividad y los recursos naturales.

 

La agroecología mejora la fertilidad de los suelos, puede aumentar el rendimiento agronómico de las granjas, reducir sus costes y, de este modo, favorecer su autonomía y su durabilidad. También puede mejorar las condiciones de vida de los/las agricultores/-as y de los/las trabajadores/-as y contribuir a la revalorización de su profesión. A consumidores/-as y ciudadanos/-as debe proporcionarles una alimentación de mejor calidad sanitaria y nutricional, al tiempo que contribuye a la conservación de la biodiversidad y los paisajes. También puede contribuir a la creación de empleo y a la lucha contra la desertización del campo.

 

Los obstáculos al desarrollo de la agroecología están presentes en todos los eslabones de los sectores de actividad: son de índole económica, social, cognitiva, pero también normativa y asociados a las políticas públicas. Interaccionan y crean un conjunto sistémico en el cual la estrategia de cada interlocutor/-a refuerza la de los/las demás. Implicarse en la transición agroecológica conlleva una asunción de riesgos que las iniciativas colectivas ayudan a superar. Algunas de ellas se pusieron en marcha hace ya tiempo y revelan el papel fundamental de la observación, la experimentación y el intercambio de prácticas.